El lunes 5 de febrero, miles de compañeras y compañeros de las organizaciones sociales cubrieron más de 20 cuadras en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en una “Fila del hambre”, denunciando que el ministerio de Capital Humano que dirige Sandra Pettovello no entrega ningún alimento a los comedores populares desde diciembre.
La ministra, la semana pasada, había mandado a reprimir a las organizaciones sociales que fueron hasta el Ministerio a entregar un petitorio con la demanda de alimentos. Ese día, con total cinismo, había dicho que no recibiría a los dirigentes, pero escucharía “uno por uno a los que tienen hambre”, “¿Chicos, ustedes tienen hambre? Vengan de a uno que les voy a anotar el DNI, el nombre, de dónde son, y van a recibir ayuda individualmente”, había dicho.
El 5 tuvo su respuesta. Las y los que bancan las ollas en las que se hace la comida para miles y miles en los barrios populares, marcharon, con sus ollas vacías y carteles con sus demandas,
En todas las entrevistas en los medios que cubrían la actividad, denunciaban el terrible aumento del hambre en las barriadas, y contaban la pelea cotidiana para llegar con un plato de comida a chicos y grandes.
Mostraban cómo se multiplicaron los que vienen a buscar las viandas, incluso muchos que tienen trabajos o changas, pero a los que sus salarios no les alcanza.
Mientras se desarrollaba la jornada, que se replicó en catorce provincias, la Conferencia Episcopal emitió un documento advirtiendo al gobierno de Javier Milei que “la comida no puede ser una variable de ajuste” y subrayó la necesidad de que la asistencia “llegue sin dilación” a comedores populares y organizaciones de la sociedad civil.
En Rosario se enteraron que el Ministerio ni siquiera había designado a alguien para que se haga cargo de la delegación, al ir a armar la “fila del hambre”.
La ministra Pettovello dijo muy suelta de cuerpo “No los voy a recibir porque yo no los convoqué”, mientras se mostraba firmando un acuerdo por Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (Aciera), destinando $177.500.000 para “módulos alimentarios” para 36 mil personas.
El gobierno vuelve a mostrar sus mentiras con esto, porque no es que va a “eliminar los intermediarios” en la entrega de comida, sino que pretende ningunear a las organizaciones como la CCC, el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y otros de la UTEP, quienes se movilizaron el lunes junto a otras organizaciones.
La CGT, en un comunicado titulado “¿Chicos, ustedes tienen hambre?, afirmó que “Con esta frase arrogante, insensible y discriminatoria, la ministra exhibió la actitud política del gobierno nacional ante los reclamos que organizaciones sociales realizan tras el recorte de ayuda estatal en alimentos para los comedores comunitarios y las ollas populares”.
Ramiro “Vasco” Berdesegar, dirigente de la CCC y miembro del Comité Central del PCR, decía al fin de la jornada, desde las puertas de Capital Humano que “hoy se vuelven a comprobar las mentiras de este gobierno, que no nos ha recibido, se ve el ajuste ya que el gobierno destinó cero pesos a la compra de alimentos y sostenimiento de comedores en estos dos meses que llevan de gobierno. En este pedido confluimos no sólo las organizaciones sociales, sino la propia iglesia católica, reclamando que se atienda esta situación dramática, y que hay riesgo de un estallido social si no dan respuesta a este problema, porque no está garantizada la comida diaria en miles de hogares. Volveremos a las calles si no nos dan respuesta en los próximos días”. (Enviado por PCR)