San Carlos de Bariloche conmemora 120 años de vida. Sin dudas, será un aniversario diferente a los últimos, marcados por la pandemia, el encierro y la ausencia de grandes festejos masivos. Una agenda llena de actividades organizadas por la Municipalidad da cuenta de esto, con el regreso del desfile a la Mitre, donde gran parte de la sociedad se hace presente en cada oportunidad, para verse, encontrarse y sentirse identificada, a través de clubes, organizaciones, escuelas e instituciones de toda índole.
Este 2022 ya es diferente por muchos motivos. Principalmente por el ánimo de la gente, ya que la pandemia dejó muy en claro que esta ciudad vive mayoritariamente del turismo y con la apertura, los visitantes han vuelto. Y masivamente, lo cual trajo aparejado empleo y buenas perspectivas.
Es que en la actualidad, Bariloche puede hacer un balance sumamente positivo e incluso, puede mirar con expectativas hacia lo que viene. Esto se debe a que la administración del intendente Gustavo Gennuso ha logrado lo que muchos no pudieron y eso que el propio jefe comunal describe como “Vivir con lo nuestro”.
En principio se refiere específicamente a términos económicos, donde la ciudad hace ya tiempo ha dejado de depender de la coparticipación provincial – aunque claro está que ayuda y mucho – y se sostiene con lo que recauda. Eso trajo aparejado estar al día con los salarios municipales, los cuales históricamente fueron una pesada carga en cada presupuesto anual, llegando a casi “embargar” el resto de los gastos e inversiones.
Hoy, más allá de los reclamos típicos sindicales, el Gobierno logró hace años, que sus empleados cobren en tiempo y forma, tengan aumentos paulatinos y de esa forma la paz social está garantizada.
Pero eso de “Vivir con lo nuestro”, se puede reflejar también en la diversificación productiva que crece día a día, o en ámbitos administrativos, donde una buena gestión hace que se avance en la digitalización, en la despapelización y en la forma de facilitarle a los contribuyentes cada trámite, cada paso.
También se plasma en el turismo, donde Bariloche potenció aún más su condición de destino consolidado, siendo la más elegida de todo el país, la que más vuelos y conexiones aéreas tiene y la que pese a esto, se sigue promocionando y generando acciones en más y más lugares, para romper con la estacionalidad, que poco a poco se va convirtiendo en realidad.
Lo mismo sucede con la obra pública. Más aún, considerando que en materia de infraestructura, siempre se corrió de atrás. Bariloche es un pueblo que fue creciendo a pasos agigantados, convirtiéndose en una ciudad codiciada para residir, pasear e invertir.
Históricamente, el Estado no había sido económicamente eficiente para hacer frente a esto. Pero el actual Gobierno Municipal encaró un programa de obras para ampliar su infraestructura vial, los servicios y los espacios urbanos, para responder a esa demanda exponencial.
Hubo que resolver muchas cuestiones al mismo tiempo, con barrios que han multiplicado su población en pocos años y que tienen necesidades urgentes: mejoramiento vial, pluviales, gas natural, conexiones eléctricas, agua potable, en lo que a necesidades domiciliarias se refiere. Pero también hubo que construir puentes, bicisendas, plazas, paseos, gimnasios, ampliar dependencias municipales y embellecer puntos turísticos.
Es decir, la planificación tuvo que pensar en las poblaciones más postergadas, pero también en los visitantes, que son el motor económico de la ciudad y por qué no, responsable también de una porción importante de las finanzas provinciales. Programas nacionales (PROMEBA, RENABAP), provinciales (Plan Castello), financiamiento propio y la ya famosa Ecotasa, asistieron al pago de cada trabajo realizado.
En el recuento de las obras, hay numerosas cloacas, pluviales, redes de agua en cientos de barrios como son el Vivero, La Habana, o Eva Perón. También figuran cuantiosas redes de gas en El Faldeo, Nahuel Hue, o El Frutillar, mejoramientos de plazas, construcciones de escaleras que unen barrios, jerarquización de accesos a playas, construcción de paradores de colectivos y la instalación de más de un centenar de cámaras de seguridad.
En estos seis años, el Municipio de Gennuso priorizó la llegada de servicios esenciales para los barrios periféricos, la pavimentación y mejoras viales y la construcción de espacios comunitarios cubiertos y al aire libre. Allí se pueden enumerar los Paseos del Este, del Sur, del Oeste, el Gimnasio Municipal número 4, el Skate Park y un Pump Track, los nuevos puentes Ñireco y Negro, por mencionar sólo algunas concreciones, sumadas a vitales obras como la ampliación del Colector Costanero, de la Planta Depuradora y del Gasoducto Cordillerano, la renovación de la calle Mitre y el pavimento del ingreso a Colonia Suiza.
“Estamos transformando Bariloche”, repite el intendente cuando es oportuno y con eso se refiere a todo lo que se está desarrollando desde su gestión, y ese crecimiento de una ciudad que ha dejado de ser un pueblo hace rato, pero que requería de un acompañamiento en su infraestructura.
Pero no conforme con todo lo realizado hasta acá, Bariloche va por más. Ya se está trabajando en la postulación para ser sede de la Exposición Mundial 2027, que en caso de ser elegida será una refundación para la localidad, con inversiones millonarias que marcarán un crecimiento exponencial en materia de servicios e infraestructura.
Además, en el tiempo que le resta de mandato, el jefe comunal encarará algunas deudas pendientes que le quedan. Una de ellas, la remediación del Vertedero Municipal.
Con ese objetivo presentó al Deliberante, una ordenanza que espera ser abordada pronto, y que apunta a la transformación del viejo basural en un Ecoparque con una planta de tratamiento modelo y donde se genere energía eléctrica a partir del biogás. Para eso, se piensa concesionar por 20 años un formato que otorga mayor puntaje a la generación de la energía a través de los residuos, pero donde también pueden presentarse más candidatos con otro esquema, aunque le otorgará menos puntos.
Asimismo, la Comuna encarará un necesario plan de pavimentación clave, porque se planea asfaltar el ingreso a numerosos barrios populares y puntos estratégicos de conexión, del gran ejido que tiene Bariloche. Esto será de gran utilidad también para el servicio de Transporte Urbano, que circula más de un 70% por calles de tierra.
Mientras que para esta semana, está anunciada la presentación en el Concejo del nuevo plan para el Puerto San Carlos. Si bien aún no se conoce en detalle, la idea general de la propuesta es abarcar toda la Costanera barilochense, el propio puerto que hoy está sin funcionar e incluir también la isla Huemul, para reactivar así otro punto turístico a pocos minutos del centro de la ciudad.
Gennuso ya adelantó que considera que una empresa sociedad del estado es la mejor idea para administrar esta unidad, que tendrá un punto atractivo también en la navegación por el Nahuel Huapi y que busca generar más de 1000 puestos de trabajo.
Por todo esto, este 120 aniversario será muy diferente para un Bariloche que crece arriba de su pasado, con un presente prometedor y un futuro pensado en la planificación, en la sustentabilidad, la generación de empleo y la diversificación de la matriz productiva.