La Subsecretaría de Protección Civil comienza su trabajo dentro del Grupo 5 – “Abordaje sobre Mitigación de riesgos y Cambio Climático en la Cuenca del Ñireco”, basado en un Plan de Mitigación realizado por esta Subsecretaría y como parte del Plan de Gestión de Reducción de Riesgos de Desastres de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche.
Parte de la estrategia será desglosar el trabajo en una primera etapa interna técnica municipal en el marco de la Gestión de Riesgos de Desastres liderando la iniciativa la Sub Secretaria de Protección civil hermanando el trabajo en conjunto con la Secretaria de ambiente y desarrollo urbano, para luego, en una segunda etapa, generar el espacio para la incorporación de entidades y comunidad.
El Plan Municipal para la Reducción del Riesgo de Desastres constituye una herramienta de política pública que contempla objetivos y metas que tienen como propósito definir los lineamientos de las políticas relacionadas con la gestión integral del riesgo y los principios básicos que deben desarrollarse para la ejecución de programas y acciones tendientes a reducir los riesgos existentes, garantizar mejores condiciones de seguridad de la población y proteger el patrimonio económico, social, ambiental y cultural.
Debe ser interpretado como un mecanismo de coordinación multisectorial e interdisciplinaria entre instituciones del sector público, el sector privado y organizaciones sociales.
El plan ha sido confeccionado tomando como guía al Plan de Reducción de Riesgos de Desastres de la República Argentina en concordancia con la Ley 27.287 y la ley 5422 de la Provincia de Rio Negro y la ordenanza 2907-CM-17 sobre Planes de Emergencia y Contingencia de la ciudad de San Carlos de Bariloche.
Cabe señalar que la reducción del riego de desastre, constituye un enfoque que incluye la práctica de mitigar el riesgo de desastres mediante esfuerzos sistemáticos dirigidos al análisis y a la gestión de los factores causales de las emergencias y desastres; incluyendo la reducción del grado de exposición a las amenazas, la disminución de la vulnerabilidad de la población y la propiedad, y el mejoramiento de la preparación ante los eventos adversos.
Cada temática es seleccionada en función de la priorización de situaciones críticas de riesgo derivadas de la identificación de las principales amenazas y vulnerabilidades que existen en el Municipio de San Carlos de Bariloche.
GRUPOS TEMÁTICOS:
Amenazas geodinámicas; incluyendo remoción en masa, volcanes y terremotos.
Amenazas tecnológicas; considerando a las instalaciones fijas y transporte.
Los incendios forestales y de interfase.
Información, educación, comunicación y participación social.
Riesgos subyacentes ambientales, relacionados con el cambio climático y el ordenamiento territorial.
La salud y saneamiento.
Los grupos en situación de vulnerabilidad.
En esta oportunidad, desde la Subsecretaría de Protección Civil se comienza a trabajar el Grupo 5 “Abordaje sobre Mitigación de riesgos y Cambio Climático en la Cuenca del Ñireco” para diseñar políticas de desarrollo sustentable, no contaminantes y en el marco del ámbito de la Gestión de Reducción de Riesgos de Desastres.
En lo que respecta a previsiones, durante el siglo XXI las lluvias aumentarían en el centro-norte de la Patagonia.
Diversos estudios muestran que el cambio climático producido por la emisión de gases de efecto invernadero ya es observable y se espera que se incremente en las próximas décadas, independientemente de las actitudes que tomen los países del mundo en materia de emisión. En este sentido, el cambio climático no sólo requiere de medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sino también de iniciativas para reducir la vulnerabilidad de la sociedad y los sistemas naturales.
El cambio climático es considerado como uno de los factores que contribuyen al aumento del riesgo de desastres. Una de las mayores amenazas es el aumento de la frecuencia y de la intensidad de los eventos extremos, conjuntamente a un alto grado de vulnerabilidad del país a nivel de infraestructura, productividad y preparación social.
Este factor incide en el riesgo de desastres de dos maneras distintas:
• A través de un aumento probable de las amenazas de origen climático;
• Mediante un aumento de la vulnerabilidad de las comunidades frente a las amenazas naturales, en particular debido a la degradación de los ecosistemas, una menor disponibilidad de agua y de alimentos y cambios en los medios de sustento.
La gestión integral del riesgo de desastres y los planes de desarrollo del Municipio deben diseñarse y ejecutarse armónicamente y en sintonía para lograr cambios visibles en ambas esferas. En tal sentido, el planeamiento urbano y el ordenamiento territorial, así como el control de la urbanización rápida y no planificada son elementos necesarios y primordiales a tener en cuenta en el desarrollo de una estrategia municipal de reducción del riesgo.
El ordenamiento territorial permite planificar tanto el crecimiento de los asentamientos humanos, las actividades y usos del suelo, así como la localización de las inversiones (públicas y privadas) de manera responsable y apuntando a un desarrollo sustentable de la sociedad basado en la prevención y mitigación de los riesgos de desastres, contribuyendo de manera sustancial a proteger la vida humana, los ecosistema, los sistemas productivos y a construir comunidades más resilientes.
A partir de este diagnóstico se plantean los siguientes objetivos.
OBJETIVO ESTRATÉGICO:
Incorporar la gestión de riesgo de desastres en el ordenamiento del territorio municipal como política de Estado, fomentando la inclusión de una perspectiva de reducción efectiva de riesgos de desastres en la gestión y planificación del territorio que se llevan adelante desde los diferentes estamentos de gobierno (provincial y local).
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Promover la articulación de los diferentes responsables del ordenamiento territorial en lo que refiere a prevención y mitigación.
Incluir el análisis del riesgo de desastres en los planes de ordenamiento y planes urbanos e impulsar prácticas de manejo sustentable de los ecosistemas y sus componentes con relación a las actividades económicas desarrolladas: agricultura, ganadería, minería, turismo, aprovechamiento forestal, etc.
Incluir el análisis del riesgo de desastres en los planes, programas y proyectos de inversión pública y privada considerando también la adaptación y mitigación al cambio climático.
Generar instrumentos normativos y técnicos.