Por estos días de campaña electoral, mucho se habla de la implementación de un valor del boleto de transporte con descuento para residentes. Sin embargo, en caso de aplicarse, afectaría directamente al sector más vulnerable de nuestra sociedad. Permítanme explicarlo. Tengan paciencia por favor porque hay que hacer algunos números.
Primero, se debe tener en cuenta que del total de viajes que se registran en el sistema SUBE, tan solo un 13% representa a los viajes que realizan los turistas. Esto significa que para que el boleto residente tenga un descuento, el valor del boleto turista tiene que ser alto.
Por ejemplo, para que el valor del boleto residente sea de alrededor de $120 hoy, o sea un descuento de casi el 25%, el valor del viaje para el visitante, tendría que rondar un precio estimado en $600. Si se fija un valor más alto, se corre el riesgo que el turista elija otro medio para viajar y por ende, baje el porcentaje de uso del Transporte Urbano de Pasajeros.
Para el Ministerio de Transporte de la Nación y aplicado al Sistema SUBE, un conjunto de personas tiene el 45% de descuento en cada viaje, y a ese descuento se lo denomina “Atributo”. ¿Quiénes tienen este beneficio? Las personas beneficiarias de Asiganción Universal por Hijo (AUH), las empleadas domésticas registradas, los jubilados y los veteranos de Malvinas.
De esta manera, el Sistema SUBE permite identificar su condición y luego a través de un aporte nacional, se paga a la empresa prestataria del servicio, el 55% que resta del valor del boleto para no afectar sus ingresos.
Por lo tanto, la única manera de aplicar la tarifa residente dentro del Sistema SUBE, es nominando como Tarifa Base al valor que pagan los turistas y a ese importe, aplicarle el descuento. Pero el gran problema es que los “Atributos” se aplican a la Tarifa Base. Entonces, a modo de ejemplo, si la tarifa turista fuese de $600 y la residente con descuento es $120, la tarifa con atributo sería de $330.
Es decir, que aquel sector de la población que tendría que ser el más beneficiado pagando casi la mitad de la tarifa residente, pasaría a pagar más del doble. Por esta razón, vemos de imposible aplicación la tarifa con descuento a residentes.
Como si fuera poco, hay una razón adicional, que aunque sea salvable tiene su complicación: para aplicar este descuento a residentes necesitamos que todos los habitantes de esta ciudad nominalicen la tarjeta SUBE.
Es decir, que hagan un trámite parecido al que efectúan los estudiantes, donde la tarjeta SUBE esté asociada al nombre y apellido del portador, y habiendo certificado su domicilio en la localidad.
Es por todo esto, que consideré necesario explicarlo. Desde nuestra gestión de gobierno, queremos ser muy claros, para no afectar a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. En política no vale todo, no hay que hacer demagogia barata en busca de un voto más, ni confundir a nuestros vecinos.