Como cada año, desde el ministerio adherimos este 20 de marzo al Día Mundial de la Salud Bucodental; recordando que la boca es una de las partes más importantes del cuerpo, ya que cumple diversas funciones como masticar alimentos, beber líquidos, inhalar y exhalar aire, emitir sonidos (hablar, cantar) y hasta demostrar emociones como sonrisa, enfado, sorpresa, etc.
Desde la Coordinación del Programa Provincial de Salud Bucal se expresa la importancia de mantener en óptimo estado su salud ya que ésta es esencial para la salud en general. La consulta oportuna la realiza el profesional odontólogo en todo el territorio provincial, mediante un examen bucal, que permite la detección de enfermedades y es el espacio para brindar pautas de salud bucal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a la salud bucodental como “la ausencia de dolor bucal o facial, de infecciones o llagas bucales, de enfermedades de las encías, caries, pérdida de dientes y otras patologías o trastornos que limiten la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, y que repercutan en el bienestar psicosocial”.
Nueve de cada 10 personas en todo el mundo está en riesgo de tener algún tipo de enfermedad bucodental, la prevención empieza en la infancia, sin embargo, incluso en los países desarrollados, entre el 60% y el 90% de los niños en edad escolar tienen caries.
Para tener una boca saludable, es necesario formar hábitos, tales como cepillar los dientes después de cada comida principal, desayuno, almuerzo, merienda y cena. De esta manera, se eliminan las bacterias que se acumulan en la boca formando la placa bacteriana que daña las estructuras de los tejidos dentarios.
Controlar el estado del cepillo dental, reemplazar cuando las cerdas se abren y cambian de dirección.
Consumir frutas y verduras variadas, beber agua potable, disminuir el consumo de alimentos con alto contenido en azucares, hidratos de carbono, grasas.
Realizar los controles de salud desde temprana edad; se inicia en el recién nacido y se continua durante todas las etapas de la vida.
Es fundamental para prevenir enfermedades bucodentales incorporar estos hábitos saludables y visitar al dentista cada 6 meses.