No es el poder adquisitivo de los salarios lo que se evalúa, es la llave de continuar o no en el poder de la política sindical. La interna que relega a los/as estudiantes, la interna que se vuelve externa al afectar a las familias en su organización. Cuando un inicio lectivo requería de la mayor responsabilidad de reconstruir el tejido social que nos dejó la pandemia, la mezquindad sectorial vuelve a ser mella con intereses parciales y sectoriales. No es la propuesta salarial la que se cuestiona, sino cómo se comprende que ante un 22% la declararon insuficiente y con un 24% superior es Rechazada.