La Ley Ómnibus, presentada por el Ejecutivo Nacional, lejos de promover el desarrollo del país y su estructura productiva, atenta directamente contra nuestra Nación y afecta de manera decidida las capacidades económicas de las provincias.
Su nuevo articulado, abre el acceso del Mar Argentino a buques extranjeros, lo cual implica la pérdida de nuestra soberanía sobre un recurso estratégico, y podría poner en riesgo la política de defensa nacional. Por otra parte, al eliminar la obligatoriedad de descarga en puertos argentinos, estamos abriendo las puertas a la evasión, y lo que es aún más preocupante: al cierre de las industrias pesqueras y la consecuente pérdida de puestos de trabajo.
Las protecciones que tenían las empresas argentinas quedan derogadas y estas deberán competir en una relación claramente desigual con las empresas extranjeras. Lo mismo sucede con los trabajadores, al eliminar la obligatoriedad de contratar personal de nacionalidad argentina en los buques. Así, los trabajadores extranjeros no estarían alcanzados por los convenios colectivos con más de 30 años de vigencia, y serían objetivamente “más baratos”. Así planteado, más de 20.000 puestos de trabajo están en riesgo.
Quieren convertir al mar argentino en una zona sin bandera, con vía libre para depredar recursos estratégicos; y ponen en jaque la soberanía nacional, al permitir que naveguen de manera masiva buques extranjeros en nuestra plataforma continental.