Fin de año. ¿Para festejar? - Escribe: Fernando Latorraca

Es habitual, en estas fechas, hacer un balance e intentar imaginar qué nos deparará el próximo año. Sabiendo, sin embargo, que el simple cambio de número no genera nada en sí mismo.

El presidente, haciendo uso de otra cadena nacional, nos planteó su propio panorama de lo actuado por su gobierno hasta acá, y lo que nos espera el próximo año. Una vez más, no evitó falsedades y proyecciones que, siendo muy mesurados, son muy difíciles de creer.

El gobierno de Milei, bajó a niveles del 3% mensual la inflación que el mismo gobierno aumentó al 25% mensual ni bien tomo el poder. Esto es algo que no puede discutirse. Estamos viviendo con un IPC de mas o menos 3% que anualizado bien podría ser del 30% y eso, en términos exclusivamente de índice contra índice, es una mejora. Y por lo tanto el gobierno lo utiliza como si fuera el fin de casi todos los problemas.

Otros indicadores que el gobierno utiliza para asegurar que su plan económico es el correcto y por lo tanto exitoso, es la estabilidad (baja en realidad) del precio del dólar que casi anula la brecha entre el oficial y los paralelos y el ya famoso Riesgo País que bajo hasta casi 700, por supuesto dependiendo que día y a qué hora lo miremos.

Para el gobierno, sin dudas, la llave maestra de estos logros, es la eliminación del déficit fiscal. Una eliminación del déficit que también podríamos discutir si nos ponemos a mirar con mas detenimiento el crecimiento de la deuda de unos U$S 90.000 millones durante 2024. La pregunta seria ¿si no tengo déficit, porqué genero más deuda? Pero no nos detengamos en eso.

A partir, o en base a estos pocos indicadores, presentados como el documento indudable del éxito económico de la gestión, se dice, y no solo lo dice el gobierno sino economistas y comunicadores por distintos medios, que la Macro se ha acomodado.

Me resulta preocupantemente llamativo escuchar y leer esa afirmación: hemos acomodado la Macro. Y a la mayoría de la gente que no tiene porqué saber que la Macro es la Macroeconomía y mucho menos para que sirve, se la bombardea con que ahora que arreglamos la macro, lo demás camina solo.

Digo que me resulta llamativo porque la Macroeconomía se ocupa, entre otras cosas de analizar:

  • Monto total de bienes y servicios producidos.
  • Nivel y distribución de los ingresos, salarios, jubilaciones, rentas
  • Nivel total del empleo o desempleo
  • Nivel de recursos y estructura productiva.
  • Comportamiento de la balanza de pagos.
  • Tipo de cambio.
  • Comportamiento general de los precios.
  • Recursos y gastos del gobierno
  • Sistema monetario
  • Nivel y tipo de inversiones productivas
  • Y algunas cosas más

¿No lo saben los economistas y comunicadores que se presentan por todos lados?

Como vemos, “La Macro”, no es Sólo la inflación, el riesgo país, el precio de los bonos y acciones, la estabilidad del tipo de cambio. Son muchas cosas más de la que se ocupa. La Macroeconomía nos sirve para ver si las condiciones económicas de un país son las que pueden generar una mejora en las condiciones de vida de la población.

Por eso es preocupante que economistas y distinto tipo de comunicadores, afirmen que la macro esta en orden mientras sin necesidad de afinar demasiado la vista, nos encontramos con:

Salarios y jubilaciones que pierden capacidad de compra

Aumento del desempleo

La inversión está en mínimos

El consumo cae

Aumento de la pobreza y la indigencia.

El BCRA no tiene reservas

¿Tiene algún sentido decir que la Macro está en orden cuando está pasando todo esto?

Porque que las acciones y bonos que cotizan en Nueva York suban, es una buena noticia solamente para los que tienen esos activos. Que son una ínfima parte de la población argentina.

Keynes dijo alguna vez que en la economía no hay leyes sino consecuencias. Una gran verdad para mí. Y las consecuencias de este supuesto orden Macro que se anuncia, son una peor calidad de vida para la mayoría de la gente. ¡Les pediría que no sigan ordenando la Macro de esta manera por favor!

Es cierto que con una inflación de 200% al año se hace muy difícil llegar a fin de mes. Pero cuidado que con una del 20% al año tambien puede ser difícil llegar a fin de mes. De hecho, lo está siendo hoy.

Algo que es cierto y a priori muy bueno, sea quien sea que gobierne los próximos 8 o 10 años, es que Argentina va a aumentar mucho sus exportaciones de materias primas: Petróleo y gas, cobre, litio, etc. Muchas de esas exportaciones probablemente no se traduzcan en importantes ingresos de dólares al país si están amparadas por el RIGI. Esto es así porque el RIGI otorga absoluta libertad para que las divisas generadas no tengan que entrar a la Argentina. Alguien dijo, criteriosamente, que el RIGI crea un Dolarducto, de salida, por supuesto.

Sumado a este hecho, hay que considerar que estas actividades exportadoras de materias primas sin valor agregado, no “derraman” mucho en la economía.

Para que derramen es indispensable la acción del Estado. Activando un sistema tributario progresivo y mecanismos de distribución del ingreso que impulse otras actividades con alta demanda de empleo y generadoras de valor agregado.

Sin embargo, estamos gobernados por gente que descree de la acción del Estado. Y mientras se gobierne con esta mirada, lo anterior no sucederá y la Argentina se encaminaría a ser un país para muchos menos de los 46 millones de hoy.

Desde mi punto de vista, este fin de año tiene poco para festejar, son pocos los que pueden festejar y pocos elementos para avizorar un buen 2025. Tenemos que aclarar que, para algunos, fue un excelente año y podrá serlo el próximo. Mi pesimismo se refiere a la parte de la macro que parece muchos prefieren no considerar. La que se debe ocupar de generar una mejor calidad de vida para la mayoría de la población.

Una vez más, ojalá me equivoque.

 

nestor