El gran mérito de Javier Milei fue el de crear un relato que explica que es lo que le pasa a La Argentina.
El presidente nos hace creer que la culpa de todo la tiene:
1. Un estado bobo que gasta de más generando déficit fiscal
2.Cantidades de vagos que se benefician del Estado.
3. La necesidad de imprimir dinero para bancar estos gastos
4.La inflación, que como único motivo , se genera por la emisión.
Una gran y sencilla explicación, creíble para nosotros, pero totalmente equivocada.
Toma retazos reales de lo cotidiano para armar un relato verosímil, pero falso. Tan probadamente falso como que con este discurso fracasó la dictadura, parte del menemismo, la alianza y hasta Macri. Ajustar nunca mejoró la escena argentina, siempre la empeoró.
Ni el estado, al que hay que mejorar. Ni los planes que , entre otras cosas, no deben ser eternos. Ni la inflación como hija única de la emisión .Ni el déficit fiscal, que tienen todos los países del mundo, son los verdaderos responsables de la situación de nuestro país.
Por el lado de la tímida y desconcertada oposición, no hay ningún relato que funcione. La invocación al estado presente , a la inclusión etc, son nostalgia , banderas que no deben ser depuestas, pero que no llegan a emocionar con la idea de un futuro mejor. La militancia en contra de cualquier tipo de desarrollo, de mejorar la calidad de los puestos de trabajo de nuestros jóvenes , responde más a el imaginario de una minoría intensa, con estándares californianos, que a la realidad de una generación que no puede soñar con comprarse una casa.
Recordamos que Rio Negro llego a declararse provincia no nuclear, como colmo de la insensatez progresista.
Claro que hay que cuidar el ambiente, pero ese cuidado debe tener la misma fuerza que debemos usar para desarrollar el país.
Al final de todos los relatos, nos queda la verdad. El problema de la economía de nuestro país es la falta de dólares. Problemas que economías vecinas , como la chilena, resuelven con el cobre.
Si la Argentina consigue exportar por la cantidad de dólares que utiliza, se acaba la inflación y los ciclos liberales de ajuste. Lo que necesitamos es terminar con lo que los economistas llaman la restricción externa.
Si la argentina consigue dólares del campo, de la minería, de las exportaciones de tecnología, de cultura etc, vamos a poder hacer un país en el que todos y todas tengan casa, auto, vacaciones , salud y la ilusión de un futuro en crecimiento.
No le sobra nada para lograrlo. Necesita del motor del estado, como en el caso de las exportaciones de reactores nucleares al primer mundo, tanto como del privado que exporta soja.Una vez conseguidos esos dólares. Una vez conseguidos y bien utilizados, vamos a poder seguir discutiendo teorías con tranquilidad. Lo demás es puro humo.
EPILOGO
En la caja de Pandora estaban todos los males del mundo y también la esperanza. Los exégetas siguen debatiendo si acaso ella no es el peor de todos los males.
El gobierno de Milei lo comprendió a la perfección.