Al mismo tiempo que en la localidad de Ingeniero Jacobacci el gobierno de Río Negro ponía en marcha la “audiencia pública” para avanzar hacia la explotación minera en el paraje Calcatreu, manifestantes anti extractivismo de Bariloche se congregaron en el Centro Administrativo Provincial. La demostración se produjo en el hall de entrada del complejo, para luego desplazarse hacia la sede local del área de Minería.
La ruidosa movilización corrió por cuenta del Espacio Asambleario Autónomo, que en la ciudad andina se conforma con la Organización Ecologista Piuke y el Espacio de Articulación Mapuche y Construcción Política.
Ante la mirada sorprendida de empleados públicos y una nerviosa, aunque mínima vigilancia policial, el grupo irrumpió en cánticos contra la minería y ratificó su oposición ante la avanzada extractivista que impulsa el gobernador Alberto Weretilneck.
“Junto con el beneplácito de las autoridades locales” de la localidad de Línea Sur, el mandatario provincial “pretende transmitir que el avance de la megaminería es poco menos que una cuestión municipal, cuando la destrucción que traerá aparejada la explotación de Calcatreu tendrá consecuencias inclusive fuera de la jurisdicción provincial”, recordó el EAA en un reciente pronunciamiento.
El texto también expresa indignación al observar “que toda la infraestructura gubernamental” se pone “al servicio de una compañía que permanece en un tan discreto como llamativo segundo plano, cuando será la auténtica beneficiaria del desastre que parece aproximarse”. Voceros de la compañía fueron los primeros en expresarse durante el cónclave de Jacobacci.
Al grito de “No es no” y de “Fuera, fuera las mineras”, el colectivo se desplazó por el interior de las oficinas gubernamentales, mientras un efectivo policial registraba con su celular las alternativas. Después de desplegar una pancarta en la que podía leerse “No a la megaminería” e “Igkaleiñ taiñ co (estamos defendiendo nuestra agua)” la movilización se dio por finalizada.
“La urgencia del gobierno no tiene justificación alguna y su crispación obedece a una certeza: la abrumadora mayoría de la población rionegrina no quiere megaminería. El proyecto Calcatreu no tiene licencia social, es decir, no cuenta con el acuerdo de la ciudadanía, como bien se sabe hace 20 años”, recuerda también el pronunciamiento del Espacio Asambleario Autónomo, que también preveía hacerse presente en la Asamblea de la Vida que se organizó para la tarde del viernes en la localidad vecina al emprendimiento.