Las decisiones políticas del Gobierno de Javier Milei continúan repercutiendo en el bolsillo de la población y de las provincias y Río Negro no es la excepción. El precio de los costos de abastecimiento de la energía y la eliminación de los subsidios fijados por Nación hace que se explique el significativo aumento en la tarifa de luz.
Sumado a la escalada de la inflación y la pérdida de los salarios, el alto costo de la energía y la quita abrupta de los subsidios a distintos sectores son dos medidas que se suman al ajuste por parte del Gobierno Nacional. Estos aumentos impactan directamente en los bolsillos de los usuarios rionegrinos y en algunos casos la facturación reflejó un 500% más.
Según explicó Juan Justo, el presidente del Ente Provincial Regulador de Electricidad (E.P.R.E), las tres distribuidoras locales tanto EdERSA como las Cooperativa Eléctricas de Bariloche y de Río Colorado, no son empresas que producen energía sino que la compran, en un mercado que es controlado por el Estado Nacional a través de Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA). “Si no le pagas, no te vende, no te queda otra alternativa”, remarcó Justo.
“El porcentaje de la factura final vinculado con los costos de EdERSA en Río Negro no supera el 20% de la factura, el otro 80% del valor final que le llega al usuario está ligado a este salto en el precio de la energía que se fija a nivel nacional y viene subiendo desde finales de 2023”, aclaró el funcionario.
Las Pymes y el comercio
En relación a la situación de las Pymes y los comerciantes, el titular del EPRE dijo que los comercios hasta febrero de este año habían mantenido los subsidios pero se los quitaron disparándose el costo de abastecimiento en un 500%.
Según ejemplifico Justo un pequeño comercio que pagaba casi $25.000 por los consumos de febrero, donde el componente nacional era de poco más de $3.000, mientras que ahora que sea más de $21.000, lleva la factura final a $61.500 por el mismo consumo en marzo.