Luces verdes para el futuro: juegos y charlas de tránsito llegaron a casi 300 alumnos

Con juegos, semáforos y charlas participativas, la Municipalidad de San Carlos de Bariloche continúa recorriendo jardines y escuelas para sembrar conciencia sobre seguridad vial desde la infancia. En septiembre, las jornadas alcanzaron a casi 300 chicos y chicas de distintos barrios.

La seguridad vial se construye todos los días, y en Bariloche también se aprende jugando. El área de Educación Vial de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte de la Municipalidad recorre instituciones educativas para que los más pequeños reconozcan normas y señales que, en el futuro, guiarán sus pasos, bicicletas y vehículos.

En septiembre, las jornadas alcanzaron a casi 300 alumnos y alumnas de la ciudad. El equipo estuvo presente en la Escuela N°71, la Escuela N°16, la Escuela N°329 del barrio Pilar II, el Jardín N°129 de Villa Los Coihues y la Escuela Secundaria N°123. Cada encuentro se convirtió en un espacio de aprendizaje compartido, donde la prevención se transmitió a través del juego.

La semana pasada, el Jardín N°129 recibió al equipo en el turno mañana. Allí, entre risas y un semáforo que despertó la atención de todos, los chicos descubrieron cómo funcionan las señales básicas. Esta semana, la propuesta continuó en la Escuela N°71, con una participación activa de los estudiantes.

En la Escuela Primaria N°329 “Don Antonio Buenuleo” del barrio Pilar II, más de 60 alumnos vivieron una jornada especial. Los juegos y semáforos se convirtieron en protagonistas: los chicos contaron segundos, debatieron sobre luces titilantes y reflexionaron sobre los comportamientos en la calle. Uno de los momentos más destacados fue la charla sobre el uso del celular al conducir, que generó preguntas y debates sobre los riesgos que implican ciertas decisiones cotidianas.

Las actividades también incluyen la bicicleta como eje central, con mensajes sobre la importancia de usar casco y circular con responsabilidad. Los alumnos aprenden a respetar al peatón, reconocer señales como el “Pare” o el “Ceda el paso” y comprender el valor de medidas simples como el uso del cinturón de seguridad.

La propuesta busca que los niños y niñas se conviertan en multiplicadores de buenas prácticas dentro de sus hogares. “Le voy a contar a mi mamá que hay que esperar la luz verde”, comentó uno de los participantes, reflejando cómo la educación vial puede extenderse más allá de las aulas y llegar a toda la comunidad.

Desde la Subsecretaría de Tránsito y Transporte, remarcan que la prevención no empieza en la esquina, sino mucho antes. Por eso, cada jornada se piensa como un espacio de diálogo donde las ideas y experiencias de los chicos se transforman en herramientas para construir una ciudad más segura.

El camino hacia un Bariloche con menos siniestros viales comienza en la niñez. Y con cada mano levantada para responder qué significa una señal de tránsito, se enciende una luz verde hacia el futuro.

nestor