“Enfrentamos un Gobierno que no sólo intenta legitimar los crímenes atroces de la última Dictadura Cívico Militar, sino aplicar su mismo programa económico. En las medidas económicas, casi no existen diferencias con lo que ocurría hace 49 años”, señaló Rodolfo Aguiar.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se movilizó masivamente en todo el país este lunes 24 de Marzo en el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia a 49 años del inicio de una de las épocas más oscuras de la historia argentina. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la conducción del sindicato marchó hacia la emblemática Plaza de Mayo junto a una nutrida columna de movimientos sociales, organismos de defensa de derechos humanos y vecinos autoconvocados.
“El nivel de organización, resistencia y lucha del movimiento obrero durante la dictadura fue extraordinaria, más del 60% de los desaparecidos eran delegados, dirigentes y activistas sindicales. La historia nos llama y el presente nos impone la necesidad de recuperar aquella conciencia de clase”, señaló Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE Nacional.
“Enfrentamos un Gobierno que no sólo intenta legitimar los crímenes atroces de la última Dictadura Cívico Militar, sino aplicar su mismo programa económico. En las medidas económicas casi no existen diferencias con lo que ocurría hace 49 años. Hoy como en aquella época aniquilan los derechos laborales y atacan a los sindicatos para beneficiar a las grandes patronales”, agregó el dirigente.
En este marco, Aguiar concluyó: “Frente a un escenario en el que se agudiza la crisis económica y se agrava el deterioro en las condiciones de vida, ver al pueblo marchar en toda la Argentina genera entusiasmo. Aún frente a aquellos que intentan confundir y relativizar el Terrorismo de Estado, salimos a las calles para decir que no olvidamos, no perdonamos ni nos vamos a reconciliar jamás con los autores materiales e ideológicos de los crímenes atroces de la Dictadura Cívico Militar”.
Es necesario recordar algunos datos que dejó el Gobierno de facto que comenzó en 1976 y se mantuvo a costa de la sangre del pueblo hasta 1983: duró 2818 días, 30.000 detenidos desaparecidos, al menos 510 niñas y niños apropiados, privados de su identidad, 814 centros clandestinos de detención, 649 argentinos muertos en la inhumana Guerra de Malvinas, la pobreza aumentó de 4,4% a 37,4%, la deuda se quintuplicó, pasando de 8,2 mil millones a 45 mil millones, cerraron más de 20 mil establecimientos fabriles, entre otros.
En la actualidad, el Gobierno mantiene un ataque sistemático hacia los organismos de Derechos Humanos, tanto en lo discursivo como en cuanto a política de Estado: el intento de despido de cientos de trabajadoras y trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos, la partida destinada al mantenimiento de la ex ESMA sufrió una caída real del 88% durante el último año, y para la puesta en valor de Sitios y Espacios de Memoria la reducción de presupuesto fue del 92,2% según los datos oficiales del Gobierno. Y para el 2025, el presupuesto asignado para ambos casos es de $0.
ATE mantiene su compromiso por seguir diciendo que son 30 mil, que no fue una guerra, que fue un genocidio planificado desde el Estado para inocular el terror y modificar el modelo económico: “Fue terrorismo de Estado”.