El Ministerio de Salud de Río Negro adquirió 35 dispositivos de monitoreo continuo de glucosa intersticial, una tecnología que permitirá a niños, niñas y adolescentes con diabetes tipo 1, atendidos exclusivamente en el sistema público, reemplazar el método tradicional de control de la glucosa.
La entrega se realizará junto a una capacitación a las familias, dictada por especialistas en diabetes infantil en hospitales de mayor complejidad ubicados en Viedma, San Carlos de Bariloche y General Roca.
La llegada de esta tecnología, aprobados para su uso en pacientes pediátricos desde los 4 años y adolescentes con diabetes tipo 1, mejora radicalmente la calidad de vida: elimina la necesidad de múltiples pinchazos diarios, reduce complicaciones y brinda mayor seguridad tanto a los chicos como a sus familias. Además, fortalece la capacidad del sistema de salud de acompañar a una población especialmente vulnerable.
Cobertura integral
La compra cubre no sólo la provisión de lectores para cada paciente del padrón provincial de diabéticos pediátricos, sino también la previsión de nuevos diagnósticos y el suministro de todos los sensores necesarios durante un año.
Este sistema consiste en un pequeño sensor colocado en la piel que envía datos a un lector o a un celular, lo que permite mediciones en tiempo real sin dolor y facilita la vida escolar, deportiva y social de los chicos.
Por qué es importante
La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que requiere un control intensivo y constante para evitar complicaciones agudas y crónicas. En la niñez y adolescencia implica un desafío adicional: lograr la adherencia al tratamiento, manejar la variabilidad metabólica y sostener el apoyo familiar y escolar.
Con esta tecnología, cada control deja de ser un momento de estrés para convertirse en una herramienta de cuidado y tranquilidad.
Beneficios clínicos
Mejor control glucémico (reducción de HbA1c).
Menos episodios de hipoglucemia grave y cetoacidosis diabética.
Prevención de complicaciones microvasculares y macrovasculares a largo plazo.
Beneficios para el sistema de salud
Menor necesidad de internaciones y consultas de urgencia.
Ahorro en costos derivados de complicaciones.
Acceso equitativo a la tecnología para toda la población pediátrica.