En el marco de un plan integral del Gobierno de Río Negro para cuidar los bosques y las comunidades de la cordillera, y con la mirada puesta en la próxima temporada, instituciones locales y provinciales vienen trabajando de manera sostenida en la articulación permanente para la prevención de incendios.
Estas mesas de trabajo ya se realizaron en Bariloche y en El Bolsón, y ahora sumaron un nuevo encuentro en El Manso y Foyel, lo que consolida un esquema integral que cubre toda la región cordillerana.
Durante la reunión, el Comité Operativo de Prevención (COP) evaluó la situación de la zona y consensuó medidas concretas de corto plazo. Entre los principales avances se definieron acciones para mejorar la disponibilidad de agua y la apertura de caminos estratégicos que faciliten el acceso a los reservorios hídricos y la circulación de equipos en caso de emergencia.
La Subsecretaria de Recursos Forestales, Claudia Contreras, remarcó que estas instancias permiten anticiparse a los escenarios críticos y no limitarse a actuar en plena emergencia. En sus palabras, el objetivo es “generar acuerdos y planificar con todos los actores para que la prevención sea real y efectiva”.
En el encuentro, el SPLIF presentó un mapa elaborado por su equipo técnico que muestra los trabajos ya realizados en la región, los que se encuentran en marcha y las zonas definidas como prioritarias. Esta información sirvió como base para abrir el debate, consensuar prioridades y coordinar tareas conjuntas entre el SPLIF, el DPA, Vialidad Rionegrina, los comisionados de fomento y la comunidad.
También se resolvió realizar un próximo encuentro con vecinos para compartir los avances, explicar las acciones planificadas y promover la participación comunitaria, entendiendo que la prevención es una responsabilidad compartida.
Desde la Subsecretaría de Recursos Forestales del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo se destacó que este trabajo busca ordenar recursos, fortalecer la capacidad de respuesta y proteger tanto los bosques como a las familias que habitan la región. Se trata de una estrategia que integra a todas las localidades de la cordillera y que se viene profundizando año tras año, con el compromiso de sostener un esquema de prevención que funcione más allá de cada temporada.