En las últimas semanas se pudo ver el rotundo apoyo brindado por los distintos sectores de la sociedad a la universidad pública. Vimos marchas muy numerosas en todas las ciudades del país en las que se destacaban carteles con valiosas consignas como “la educación es un derecho”, “la educación no se vende, se defiende”, “sin educación pública no hay futuro”, etc. además, por supuesto, de otros más picantes que estaban dirigidos directamente a este traspié del sistema político argentino, a este disruptor llamado Javier Milei.