 
	    Una cajera atendía todos los días en una cadena de supermercados, vestía el uniforme de la empresa, cumplía los mismos horarios que sus compañeros de trabajo, pero cobró solo vales en concepto de anticipo de sueldos antes de ser desvinculada. La firma desconoció el vínculo laboral y argumentó que se trataba de una empleada tercerizada.
 
                                        


