Dos jugadores de la provincia integran el combinado nacional que desde la semana pasada se entrena y juega en Viedma como preparación para sus próximos compromisos internacionales.

Se trata del cipoleño Juan Ignacio Osses de 17 años y del barilochense Juan Cruz Iraldi de 15, que luego de vestir los colores rionegrinos en diferentes competencias, se han puesto la camiseta argentina en esta concentración.

En el caso del atleta barilochense, el más joven de los dos, ha tenido un rápido ascenso en su carrera dentro de la disciplina. Hace no muchos años ni siquiera estaba en su mente dedicarse al vóley, pero gracias a la insistencia de su profesor de educación física en la escuela comenzó a jugar en el colegio y posteriormente fue invitado a desarrollarse en el Bariloche Vóley Club.

Luego de eso Juan Cruz fue citado para integrar los seleccionados provinciales y fue subcampeón en el torneo patagónico sub 14, Top 10 en el Argentino de selecciones y más recientemente subcampeón en los Juegos Epade que tuvieron lugar en Santa Cruz, vistiendo los colores de Río Negro.

Con 1.99m de altura a sus jóvenes 15 años, Iraldi se desempeña como central y ya asoma como un candidato importante para figurar dentro de las siguientes convocatorias nacionales.

En el caso del jugador cipoleño, hace apenas una semana se estaba subiendo al tercer escalón del podio de los Juegos Nacionales Evita de Playa en la disciplina beach vóley. Osses estuvo acompañado en la arena por el sanantoniense Franco Mora y juntos se quedaron con la medalla de bronce tras vencer a San Juan por 2-0.

En 2022 compartió plantel con Iraldi en los Epade, siendo el armador del equipo que se quedó con el subcampeonato tras caer ante La Pampa en la final.

A diferencia de su ahora compañero en el seleccionado nacional, Juan Ignacio de 1.78m, ha tenido una vida ligada al vóley, practicándolo desde su temprana juventud ya en equipos de mini vóley de su ciudad.

De esta manera, ambos jugadores, los únicos dos rionegrinos dentro de los 18 que integran la concentración del team argentino, son una inspiración para muchos otros jóvenes de la provincia que sueñan con vestir la celeste y blanca, así como un ejemplo del desarrollo que ha tenido la disciplina en Río Negro en los últimos años, permitiendo el crecimiento deportivo de jugadores y jugadoras.